MADRID- 26 de marzo de 2007. El lendakari del Gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, tenía una cita con el magistrado que investigaba si en sus reuniones con la ilegalizada Batasuna se había incurrido en delito. En las inmediaciones del Palacio de Justicia se concentra un grupo de apoyo a Ibarretxe, y, en el lado opuesto, representantes del Foro Ermua y Dignidad y Justicia. Estos últimos no sólo aguantaron todo tipo de insultos, sino que uno de ellos, Antonio Aguirre, recibió una patada en los testículos que le hizo perder el conocimiento. Pues resulta que quienes serán juzgados por la comisión de una posible falta serán Iñaki Ezkerra, miembro de Foro Ermua; Daniel Portero, presidente de Dignidad y Justicia, y el propio Aguirre, quien sufrió en sus propias carnes la agresión. Así lo ha decidido la jueza de Bilbao Yolanda Paredes Vázquez, quien ha desestimado la petición de sobreseimiento solicitada por Ezquerra, Portero y Aguirre. La Fiscalía se opuso al archivo La magistrada ha optado porque sea en el juicio oral donde se dilucide «la participación de los mismos en la falta que se les imputa». En su resolución esgrime dos argumentos principales para sentar en el banquillo a quienes fueron objeto de insultos y agresión. En primer lugar, el atestado de la Ertzaintza, donde se señalaba que «el grupo formado por el Foro Ermua y Dignidad y Justicia ha mantenido constantemente una actitud de provocación, con insultos, amenazas e incluso conatos de agresión a las personas reunidas», lo que alteró la concentración «oportunamente comunicada», lo que podría constituir desórdenes públicos. Y, en segundo lugar, el criterio de la Fiscalía, la cual se opuso a archivar la causa al entender que debía ser en el juicio oral donde se resuelva «definitivamente la cuestión criminal». La causa abierta al presunto agresor de Aguirre continúa todavía en instrucción.
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