9 oct 2010

ANTONIO RIVERA BLANCO, otro émulo de Groucho Max

Un pseudorevolucionario convertido en político, independiente, según él. Un anticapitalista con coche oficial, secretaria, y viajes oficiales pagados. Toma incongruente. De la noche a la mañana, desciende del limbo de los dioses intelectuales a la tierra, para cobrarse sus labores antinacionalistas que muy gustosamente desempeño desde la Presidencia de la Fundación Fernando Buesa, como desde Aldaketa junto con Andoni Unzalu, Joseba Arregui, y otros del mismo pelaje.

Recordemos. De pasado anarquista, se afilió a la CNT en 1976, para pasar a la CGT Conocido por su antivasquismo este burgalés nacido en el año 1960, se incorpora a la política institucional vasca, que tiene su aquél, de la mano del PSE vitoriano. Buen comienzo y mejor procedencia para quien en lugar de la bicicleta les gusta los coches y viajes oficiales. Lógica su ubicación actual, el PSE, donde los principios cambian da la noche al día, como no podía ser menos en un Flexipartido.

Nos desayunamos con unas declaraciones muy en su estilo antivasquista, realizadas en Brasilia en el Simposium sobre nuevas tendencias en Arquitectura y Museos



Se presenta como, REPRESENTANTE del Gobierno Vasco, por lo que sus declaraciones posteriores deben ser entendidas como posiciones compartidas con el resto del Ejecutivo, y sus socios de gobierno, el PP, mientras no medie una desautorización de dichas declaraciones y/o cese y/o petición de cese por parte de sus socios el PP. Es decir, que tan responsables son, el representante, el representado y el que, gracias a su apoyo, permanece en su puesto.

Vamos con algunas de sus apreciaciones:

"el Museo neoyorquino proponía abrir una sucursal y cobrar una cantidad por ello, en concreto veinte millones de dólares que a tocateja y sin dudar ni rechistar pagaron las instituciones vascas

Es decir, que, como somos de Bilbao, al primer espabilao que nos viene a vender una moto, le regalamos 20 kilos. Este botarate no narra los estudios previos, el tiempo de los mismos y la proyección de futuro, que ya se intuía en aquel entonces, antes de dar el visto bueno a la aprobación del proyecto. En principio sus declaraciones suponen un insulto y una grosería a instituciones y personas que se implicaron en él.

"Las instituciones vascas no se reservaban más protagonismo que el de pagar la factura". “ la dudosa responsabilidad de quien gestionando lo público resuelve sus apuestas multimillonarias a una sola carta?".

Vuelve a equivocarse. Las instituciones vascas iban a ser los protagonistas del cambio y la modernidad que Bilbao necesitaba para su recuperación, apoyando un proyecto cuidadosamente estudiado y cuyos frutos son innegables e incuestionables. Hablar de apuestas multimillonarias a una sola carta, es una muestra más del odio visceral a , a la labor que dichas instituciones han realizado a favor de nuestro país.

"en el fondo, todo lo que rodea al museo destila demasiados elementos cuestionables, desde su origen hasta la fecha".

Citelos. Generalizar no sirve. Diga en que no está de acuerdo, y cuál es la posición de su Dpto. y si no está de acuerdo con dicha posición dimita, aunque ello le cueste el coche oficial y despacho con secretaría, pero bueno, seguro que a Vd. No le importa. Su procedencia anarquista le ayudará en el cambio.

Por último, “Éste ha sido el capitalismo de los años noventa en el que, a pesar de la crisis actual, todavía seguimos instalados. En ese marco, la denunciada como McDonalización de los museos resulta coherente con las lógicas, las exigencias y posibilidades de la globalización". Y remata: "La función del espectáculo, de lo espectacular, dentro de un consumo globalizado de masas -aunque de masas de un determinado tipo y clase social- formaba y forma parte de esa mundialización. Y ahí cobra sentido la idea fuerza inicial que justificó la erección de edificio y museo Guggenheim Bilbao".

Deja aquí una claro síntoma de sus incoherencia interna, dejando escapar ramalazos de su época anarquista, anticapitalista y antisistema, donde la Macdonalización es el símbolo de un sistema globalizador, causa de todos los males habidos y por haber. Incoherentes principios de quien no reniega de los placeres de ese sistema, disfruta de los mismos, y no está dispuesto a renunciar a ellos, aunque la dimisión sea le decisión mas honrosa que le quede en este corto camino que como representante del Gobierno Vasco, representante de toda la ciudadanía vasca, algo que parece se le ha olvidado, decisión decía, única que le que de por optar.

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