El proces catalán, su recorrido,
ha tenido al final que toparse con el mismo muro de un estado con el que, ya en
el año 2005, nos encontramos los vascos, y posteriormente los catalanes.
Los trámites seguidos fueron los establecidos
por la propia Constitución. Idénticos a los seguidos por el estatuto catalán
del 2005/2006. Si bien, el estatuto político de la comunidad de Euskadi, no
tuvo la misma acogida por parte del Parlamento Español
Se rechazó su debate con los
votos del PSOE, PP, IU, CC. Ni siquiera se admitió a debate. Luego hablarían de
democracia.
Ahora que se denigra el proces
por no contar con el 50% de los votos, habría que decir que el nuevo estatuto aprobado
por el Parlamento vasco fue votado por los representantes de 895.000 votos,
frente a los noes de 580.000.
Alegar que, entre otros
argumentos, el nuevo estatuto era un
plan secesionista no se sostenía, cuando en el Titulo IV, capitulo 3º Art. 45
se establece competencias exclusivas del Estado (defensa y fuerzas armadas,
nacionalidad española, sistema monetario, etc.).
Al final el sentimiento
patriótico español, donde la unidad de
España es dogma de fe, se ha convertido
en ese muro donde nos hemos topado y nos
encontraremos los que anhelamos un encaje distinto dentro de este Estado.
No existen caminos válidos dentro
de la Constitución española y fuera de ella la violencia de un estado represor.
Ni tampoco voluntad política para que esto se modifique
Si alguien, iluso él, cree en los
cantos de sirena de un PSOE, en su intención de modificar la Constitución en su
artículo II va listo. Del PP no esperamos ninguna modificación que atente la
indisolubilidad del Estado. Va en sus genes. Del PSOE tampoco. El muro es
sólido. Ya lo dijo alguien. ATADO Y BIEN ATADO.
Y mientras tanto, de tapadillo,, El
Gobierno reducirá en 2018, por tercer año consecutivo, la proporción de
Producto Interior Bruto (PIB) que destina a Sanidad, Educación y Protección
Social. En los dos primeros casos el gasto caerá en dos décimas, con lo que la
partida destinada a Educación pasa del 4% al 3,8% del PIB, y la de Sanidad se
contraerá del 6% al 5,8%. Por su parte, en la partida destinada a pensiones,
servicios sociales y políticas de fomento del empleo, entre otros aspectos, la
reducción será incluso mayor: pasará de recibir el 16,5% del PIB a quedarse en
el 16,2%.
http://www.elmundo.es/economia/macroeconomia/2017/10/30/59f0dcc2468aeb89168b45de.html
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